La Agencia Internacional de las Energías Renovables puede eliminar las emisiones de CO2 relacionadas con la energía global, reducirlas en un 70% para el año 2050 y eliminarse completamente para el año 2060, además, con una perspectiva económica positiva neta.

Su informe “Perspectivas para la Transición Energética: necesidades de inversión para una transición baja en carbono”, lanzada con ocasión de la celebración del Diálogo sobre la Transición Energética en Berlín, dice que el aumento de las energías renovables y la eficiencia energética en los países del G-20 y en el mundo puede lograr la reducción de emisiones de CO2 necesaria para mantener el aumento de la temperatura por debajo de los dos grados centígrados, evitando los impactos más graves del cambio climático.

Adnan Z. Amin, director general de IRENA, dijo en la presentación del informe. “El Acuerdo de París refleja una determinación internacional sin precedentes para actuar sobre el clima. El foco debe estar en la decarbonización del sistema energético global, ya que representa casi dos tercios de las emisiones de gases de efecto invernadero

Agregó: “Fundamentalmente, la justificación económica para la transición energética nunca ha sido más fuerte. Hoy en día todo el mundo, las nuevas plantas de energía renovables que se están construyendo generará electricidad a menor coste que las centrales eléctricas de combustibles fósiles. Y hasta 2050, la descarbonización puede impulsar el crecimiento económico sostenible y crear más puestos de trabajo en las energías renovables

Emisiones de CO2 relacionadas con la energía

Igualmente, advirtió que aunque “estamos en una buena posición para transformar el sistema energético global el éxito dependerá de una acción urgente, ya que los retrasos elevarán los costes de descarbonización”.

Si bien en general la inversión en energía necesaria para la descarbonización del sector energético es considerable –29 billones de dólares estadounidenses adicionales hasta 2050– en realidad equivale a una pequeña proporción (0,4%) del PIB mundial, dice la organización.

Por otra parte, el análisis macroeconómico de la IRENA sugiere que tal inversión crea un estímulo que, junto con otras políticas a favor del crecimiento, hará lo siguiente:

  • Impulsar el PIB mundial del 0,8% en 2050;
  • Generar nuevos puestos de trabajo en el sector de la energía renovable, más allá que la sola compensación de las pérdidas de empleo en la industria de los combustibles fósiles, con más puestos de trabajo creados en actividades relacionadas con la eficiencia energética, y;
  • mejorar el bienestar humano a través de importantes beneficios ambientales y de salud adicionales gracias a la reducción de la contaminación del aire.

A nivel mundial, 32 gigatoneladas (Gt) de CO2 relacionadas con la energía se emitieron en 2015. El informe señala que las emisiones de CO2 tendrán que caer continuamente hasta las 9,5 Gt en 2050 para limitar el calentamiento a no más de dos grados por encima de las temperaturas preindustriales. La reducción del 90% de estas emisiones de CO2 derivadas de la producción de energía se puede lograr mediante la expansión del despliegue de la energía renovable y la mejora de la eficiencia energética, dice el informe de IRENA.

 

Para lograr la descarbonización, el informe indica que, para el año 2050, las energías renovables deben ser 80% de la generación de energía y el 65% del suministro total de energía primaria. La energía renovable representa en la actualidad el 24% de la generación de energía global y el 16% del suministro de energía primaria.

“Para lograr la descarbonización, el informe indica que, para el año 2050, las energías renovables deben ser 80% de la generación de energía y el 65% del suministro total de energía primaria”.

En el informe también se exlica cómo la transición tiene que ir más allá del sector de la energía y extenderse a todos los sectores de uso final: los edificios, los sectores industriales y el transporte necesitan más bioenergía, calefacción solar y electricidad a partir de fuentes renovables; los vehículos eléctricos tienen que convertirse en el tipo de autos predominante en 2050: la producción de biocombustible líquido debe crecer diez veces; los edificios altamente eficientes totalmente eléctricos deberían convertirse en la norma y el despliegue de las bombas de calor debe acelerarse además de que dos mil millones de edificios tendrá que ser nuevos o renovados.

En el informe se aprecia La solicitud esfuerzos de política para crear un marco propicio y el rediseño de los mercados de energía. Dice que señales de precios y precios del carbono más fuertes pueden ayudar a proporcionar una igualdad de condiciones cuando se complementa con otras medidas. El informe pone también de relieve la importancia de considerar las necesidades de los que no tienen acceso a la energía.

 

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