YPF pidió permiso para iniciar un plan piloto para guardar su producción durante los meses de baja demanda. Luego, reinyectará el fluido en el Neuba I cuando suba el consumo domiciliario. Hasta que consiga donde vender su gas a una mayor escala, YPF busca nuevas formas de acopiarlo. Una de ellas es utilizado viejos pozos o segmentos de un yacimiento para almacenar el fluido y reinyectarlo en los momentos de mayor demanda del año, o como en el último tiempo, alimentando el frente exportador.

La petrolera realizará un piloto de almacenamiento de gas en el área Sierra Barrosa-Loma La Lata, en el yacimiento Cupén-Centenario (formación Rayoso), ubicada en la cabecera del gasoducto Neuba I. La empresa busca de este modo tener una producción media de 1,8 millones de metros cúbicos diarios (MMm3 /d), con un pico de extracción de 2,0 MMm3 /d a inicios de invierno, y llevarla a un mínimo de 800.000 M3 /d a fines del mencionado período.

Durante el verano, cuando cae la demanda interna, este almacenamiento le permitiría luego una entrega posterior en el sistema troncal, en el pico de requerimientos del sector residencial. El plan de la petrolera implica “adecuaciones en el sistema actual de producción del yacimiento, que permitan transportar el gas en especificación comercial al reservorio de almacenamiento”.

En la fase piloto del plan, se podrá estudiar la admisión del gas en determinados pozos. Son instalaciones que también permitirán el “llenado y vaciado del almacenamiento”. Se dispondrá de insumos y maquinarias “para acondicionar el gas a las condiciones de reinyección a la red de transporte para la etapa piloto del proyecto”

Tecpetrol también evalúa una reserva de gas de este tipo, para lo que contrató una consultora a la que le solicitó un estudio de factibilidad para el área Los Bastos. Argentina tiene hoy un problema: una cantidad creciente de gas, producto de la aceleración de proyecto en Vaca Muerta y la necesidad de nuevos mercados.

En los meses de mayor demanda, cuando baja la temperatura, la producción suele funcionar a pleno. Pero luego las operadoras se encuentran con una realidad en la que tienen grandes volúmenes del fluido sin destino en el que comercializarlos. Por eso en el último año crecieron las exportaciones a Chile y al mismo tiempo comienzan a tomar entidad opciones como la de licuar gas natural, transformarlo en GNL y venderlo en el exterior, como acaba de hacerlo YPF.

YPF mantiene un contrato con una empresa propietaria de la barcaza de licuefacción Tango FLNG, apostada en el puerto de Bahía Blanca, con la que ya logró una primera venta. La apuesta de máxima, en un contexto de excedentes del shale gas, pasa por la construcción de una planta de licuefacción, algo que requiere de una enorme inversión que promovió diálogos entre varias operadoras para ver cómo pueden darle forma a un proyecto de este tenor.

DEJA UNA RESPUESTA

Please enter your comment!
Please enter your name here