Exxon Mobil Corp. se unió a otras siete grandes compañías de energía trabajar en reducir la contaminación generada por la producción de gas natural, un esfuerzo de la industria por presentarse así misma como parte de la solución, a medida que los gobiernos y los consumidores demandan una energía más amigable con el medioambiente.

Las grandes compañías petroleras como Exxon y Royal Dutch Shell PLC han promocionado cada vez más que gas natural es clave como herramienta principal para combatir el cambio climático, ya que produce menos emisiones de gases de efecto invernadero que el combustible que a menudo reemplaza en la producción de electricidad, el carbón.

La colaboración de empresas como Exxon, Shell, BP PLC y Total SA muestra que el sector del petróleo y el gas está tratando proactivamente de abordar las crecientes preocupaciones sobre las emisiones de gas natural para garantizar que su gran apuesta en el combustible fósil rinda frutos.

Las principales compañías de energía han realizado grandes inversiones en gas en los últimos años y están aumentando constantemente sus volúmenes de producción. Sostienen que será una fuente vital de estabilidad energética incluso cuando las energías renovables aumenten su cuota de mercado, ya que el gas puede quemarse cuando el sol no está brillando o el viento no sopla.

Pero el metano, el componente principal en el gas natural, también es un potente gas de efecto invernadero y el tema de las emisiones fugitivas que ocurren cuando se filtra a la atmósfera comienza a llamar la atención negativamente.

Exxon y sus socios dijeron el miércoles de esta semana que se han suscrito a un conjunto de principios rectores, comprometiéndose a reducir las emisiones de metano de sus activos, fomentar un mejor desempeño de sus pares, mejorar la transparencia y precisión de los datos sobre el asunto y abogar por una mejor regulación.

“El compromiso se hizo como parte de los esfuerzos más amplios de la industria energética mundial para garantizar que el gas natural continúe desempeñando un papel fundamental para ayudar a cumplir con la energía en el futuro”, dijeron las compañías en un comunicado conjunto. “Su papel en la transición hacia un futuro con bajas emisiones de carbono estará influenciado por la medida en que se reduzcan las emisiones de metano”.

Un reciente estudio de la Agencia Internacional de Energía encontró que cada año se emiten alrededor de 76 millones de toneladas de metano provenientes de las operaciones globales de petróleo y gas. Eso es equivalente a más que toda la producción de gas natural de Australia, dijo el director ejecutivo de la IEA, Fatih Birol, en una reunión de la industria el mes pasado.

El conjunto de principios de las empresas se desarrolló en colaboración con la AIE, las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales centradas en la energía y el cambio climático.

La decisión de Exxon de unirse al grupo deja a Chevron Corp. como la única gran compañía petrolera de Estados Unidos que aún no se ha unido a la iniciativa. Ambas compañías petroleras estadounidenses se han quedado atrás de sus pares europeos en el tema del clima y Exxon no ha participado en esfuerzos similares anteriores para construir una voz de la industria sobre tales temas.

Con los años, los activistas han señalado la falta de participación de Exxon y Chevron en el esfuerzo climático del grupo como evidencia de una división entre las mayores compañías petroleras estadounidenses y europeas sobre el tema.

Sin embargo, bajo la presión de los inversores durante el año pasado, ambos han experimentado una evolución en la forma en que abordan el cambio climático públicamente. Chevron ha brindado más información sobre cómo está analizando los riesgos climáticos y avanzó en sus propios esfuerzos de reducción de metano. “Chevron tiene interés comercial en minimizar el metano fugitivo y maximizar el volumen de gas natural que podemos comercializar”, dijo la compañía en un comunicado enviado por correo electrónico.

El presidente ejecutivo de Exxon, Darren Woods, instó al presidente Donald Trump a no retirarse del acuerdo climático de París. La compañía también inició esfuerzos de investigación para probar la viabilidad de capturar emisiones de las operaciones de plantas de energía de gas natural, y continuó estudiando formas de convertir las algas en combustible.

Fuente:The Wall Street Journal

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