A las 4 de la tarde del pasado 1 de Noviembre culminó el plazo para que las consultoras internacionales interesadas presentaran sus ofertas para participar en la licitación “Cuantificación y Certificación de Reservas Hidrocarburíferas en Bolivia”. A la misma se presentaron seis empresas internacionales, entre las que se cuentan algunas viejas conocidas y se extraña a otras.

Informó la web de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) que las interesadas son seis: Netherland, Sewell y Asociados; Miller y Lents LTD; Beicip Franlab; Sproule International Limited; Gaffney, Cline y Asociados; FDC de Argentina SRL. Es difícil atribuir una nacionalidad a las consultoras del petróleo, pues trabajan a lo largo de todo el mundo, pero se trataría de dos norteamericanas, dos europeas (Beicip Franlab y Gaffney Cline), una argentina y una canadiense, Sproule International Limited.
Pareció extraño la ausencia de las grandes del sector, como la DeGolyer & MacNaughton o la que realizó el estudio en 2012, también canadiense, GLJ Petroleum. La DeGolyer blanqueó las reservas en 2009 luego de los excesos cometidos durante la tramitación del proyecto GNL Pacific impulsado entre Repsol y Gonzalo Sánchez de Lozada y que estimaba reservas en 50 trillones de pies cúbicos y finalmente fue ajustado a 9,9. Por su parte, la GLJ elevó a 10,45 los trillones de pies cúbicos en 2012 en un momento en el que se dudaba sobre la capacidad de Bolivia de haber repuesto lo consumido.
La responsable de la licitación es Stephanie Laffertt Caballero y las ofertas van desde los 1.588.457 dólares que solicita la Gaffney a los apenas 650.000 que pide Miller y Lents o.

El proceso de cuantificación y certificación de reservas se realizará utilizando los métodos más avanzados y comúnmente aceptados en el mercado internacional. Para ello, la adjudicataria recibirá toda la información de parte de Yacimientos relacionada a los 18 campos petroleros y los 43 campos gasíferos operativos en el país.
El proceso prevé la validación del modelo estático, la revisión de las pruebas de pozo realizadas por los diferentes operadores, la validación de fluidos en base a la selección de los datos disponibles relativos a análisis de muestras y finalmente la cuantificación y certificación.


La metodología propuesta contempla la revisión de la información proporcionada por YPFB, el desarrollo del trabajo aplicando los métodos internacionalmente validados, reuniones con los operadores antes de la entrega final del trabajo. Se debe tener revisado hasta 31 de diciembre para presentarlo públicamente en el primer semestre de 2018.
Luis Alberto Sánchez, Ministro de Hidrocarburos, y  Álvaro García Linera, vicepresidente se han mostrado optimistas sobre los resultados que arrojará la certificación, al considerar que se ha logrado reponer lo consumido con los diferentes descubrimientos y puestas en servicio de reservas probables que pasaron a ser probados.
Por su parte, analistas y políticos de oposición han puesto en cuestión el sistema de certificación y han considerado que no se ha cumplido con la exploración necesaria para garantizar los contratos a largo plazo.

La certificación de reservas de gas y petróleo, además de ser una obligación anual que reiteradamente se incumple, es una herramienta necesaria para negociar contratos a largo plazo y planificar el desarrollo. El contrato con Brasil que expira en 2019, pretende ser renovado con nuevas condiciones, por lo que el instrumento es necesario. También la posibilidad de buscar el acceso a un océano para participar en el mercado mundial del Gas Licuado.

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