El primer autobús de España con esta tecnología recorre Pamplona desde finales de 2016, Son miles de autobuses propulsados por biometano, un biogás refinado, circulan por las principales ciudades europeas.

Por las calles de Pamplona circula el primer autobús de España propulsado por biometano, combustible que se obtiene a partir del refinamiento del biogás que se genera con la fermentación de las aguas residuales, con los desechos de una naranja, los rastrojos del jardín, y hasta los desperdicios que desaparecen por el inodoro. Una energía menos contaminante que la gasolina o el diésel  y ayuda a reducir los residuos orgánicos que se acumulan en los vertederos, muy útiles para producir calor y electricidad, además de  poner en marcha vehículos.

Miquel Torrente, director de energía del Grupo Hera afirma que este autobús, fabricado por Mercedes y operado por TCC, “Puede recorrer 1.000 kilómetros alimentado con los residuos que todos sus pasajeros generarían en un año”.

Esta compañía, especializada en la transformación de desechos, lleva a cabo el proyecto junto a Gas Natural Fenosa, TCC (quien opera el transporte público de Pamplona), FCC (la encargada de la recogida de residuos urbanos), y SODENA (empresa pública de desarrollo de NT) luego de  una prueba piloto de aprendizaje para generar biometano con residuos procedentes del vertedero de Góngora (Navarra),Gas Natural Fenosa y el Grupo Hera, junto con la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona, probaron con los fangos de la depuradora de Arazuri. Con ellos han producido un biometano con la calidad adecuada para propulsar vehículos pesados. Además del autobús, dos camiones de recogida de residuos han sido puestos a prueba con este gas. “Los tres vehículos cumplen sus funciones igual que cuando eran propulsados por gas natural”, apunta Miquel Torrente.

María Piedad Martínez, responsable de proyectos de biogás de Gas Natural Fenosa afirma que “con un 50% de metano es rentable para que el biogás pueda usarse como

combustible”, las materias primas determinan la calidad del gas que, actualmente, se puede obtener de tres maneras: a partir de desechos orgánicos sólidos, los lodos resultantes de la depuración de aguas fecales o de los residuos de las industrias ganadera y agrícola.

La clave del éxito está en los sustratos ricos en grasas, hidratos de carbono y proteínas. Según el Ministerio de Agricultura y Pesca, su degradación forma grandes cantidades de ácidos grasos volátiles, unas sustancias precursoras del metano.

Son más de 60 plantas en España que usan el gas sin refinar para obtener energía eléctrica y calor, pero solo dos de ellas producen biometano, la de Arazuri y la de Valdemin Gómez, en Madrid. “La obtención de biometano es un proceso relativamente nuevo en nuestro país. Es un proceso de limpieza y enriquecimiento del gas para que alcance características similares a las del gas natural”, expone Martínez.

Alemania, con 185 plantas de producción, es el país con mayor grado de implantación de esta tecnología, seguido de Suecia, con 61, según los últimos datos proporcionados por la Asociación Europea de Biogás. El país nórdico, donde los vertederos están prohibidos, consume los desechos de sus habitantes e incluso los importa de otros países para alimentar sus plantas. Los autobuses propulsados por biometano son habituales en las calles de las ciudades de ambos países desde hace varios años.

 

Una gran digestión

Los desechos de gas son transfromados por las bacterias

Son las bacterias las responsables de  la transformación de  los desechos en el preciado gas. El milagro ocurre dentro de una cámara llamada digestor anaeróbico. A una temperatura media de 36 grados centígrados y sin oxígeno, un inmenso batallón de microbios devora los desechos y los convierte, en menos de un mes, en abono y una mezcla de gases. Ese fluido en bruto es el que se usa para producir electricidad y calor a pequeña escala. Tiene una capacidad calorífica media de 5.750 kilocalorías por metro cúbico, equivalente a un kilo y medio de madera, casi un litro de gasolina o 0,6 metros cúbicos de gas natural. España podría llegar a producir lo equivalente al 6,5% del gas natural consumido en todo el territorio o al 38% que consume el sector doméstico, o para mover todas las flotas de autobuses urbanos que circulan por nuestras ciudades.

Gracias al éxito del proyecto en Navarra, Gas Natural Fenosa se ha unió a otros socios e  investigan nuevas técnicas de depuración del biogás para obtener biometano. De esta manera toda la flota de autobuses navarros podría usarlo como fuente de energía. La Mancomunidad de la Comarca, formada por Pamplona y 49 municipios más, aspira a ser neutra en sus emisiones de carbono para 2030.

 

 

 

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