En un anuncio hecho por el Ministerio de Hidrocarburos a través de una nota oficial la empresa Petrobras en Bolivia aprobó solicitar dos nuevas áreas de exploración y explotación de gas y petróleo, sin embargo, el Ministerio y todos sus voceros oficiales eludieron confirmar qué campos son los que han atraído el interés de la petrolera brasilera.

Petrobras era, hasta marzo de 2017,  la petrolera que más había avanzado en su interés por San Telmo y Astilleros, en el entorno de la Reserva Nacional de Flora y Fauna de Tariquía, pero no se concretó. El ministro Luis Alberto Sánchez anunció una posible retirada de Petrobras por el rechazo ambiental suscitado en Tarija a raíz de la intención de ingresar en el Parque Nacional.

En mayo el mismo Ministro anunció que en San Petesburgo, coincidiendo con la Feria del Gas más importante que se celebra en Rusia, Gazprom firmaría los convenios para explorar el área de la reserva. Ni uno ni otro se confirmó y en el último Congreso de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) celebrado la pasada semana en Santa Cruz Sánchez más bien dejó entrever que el proyecto de Tariquía ya no iba culpando de ello a las entidad medioambientales que rechazaron la propuesta.
En el marco de una reunión sostenida entre el Ministro Sánchez y el presidente de Petrobras, Pedro Parente, se dio a conocer la información del interés de Brasil en dos áreas reservadas de hidrocarburos bolivianas,  “Nos ha informado el presidente de Petrobras que su Directorio aprobó la firma de dos nuevos contratos petroleros para la exploración y explotación, lo que permitirá una nueva inversión en el país, para seguir incrementando las reservas, la producción y por ende los ingresos”.
El Ministro destacó la buena relación que existe con la empresa brasileña y de ser un socio estratégico desde hace varios años “tenemos una muy buena relación con Petrobras y con su presidente con quien hemos coincidido en muchos aspectos y ello se ve plasmado en nuevos proyectos y nuevas inversiones”.

El actual contrato de exportación provee al cinturón industrial de Brasil y otras infraestructuras en el noroeste hasta 30,5 millones de metros cúbicos diarios. Este contrato fenece en 2019 y aunque se han expresado voluntades de ampliarlo, ambas partes son conscientes que ni los volúmenes, ni los plazos ni probablemente los precios serán los mismos. Ni siquiera serán los actores, pues Petrobras está de salida y el Gobierno brasilero ha preferido dejar el negocio en manos de privados.

Las estimaciones más optimistas hablan de una compra de hasta 15 millones de metros cúbicos mediante contratos de corta duración con empresas privadas. La fórmula de cálculo todavía está en discusión, la actual se vincula a una canasta de fuel que incluye el precio del barril WTI, el futuro puede ser Henry Hub o vincularlo a nuevas fórmulas con el Gas Natural Licuado.
En la negociación también se incluye el diálogo por la terminación del actual contrato, puesto que existen cláusulas de conciliación por los pagos y las entregas de gas acordes.

Luis Alberto Sánchez se reunió con ejecutivos de la empresa Shell Brasil. Christian Iturri, gerente general de Desarrollo de Mercados de Gas en América, expresó que “Shell Brasil se encuentra analizando distintas alternativas para abastecer la demanda local de gas. El gas boliviano se presenta como una opción muy interesante”.

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