La mayor minera de mineral de hierro del mundo, Vale SA., prometió que detendría hasta un 10% de su producción para desmantelar otras 10 represas como la que colapsó la semana pasada y provocó la muerte de decenas de trabajadores y residentes cercanos.

Fabio Schvartsman, presidente ejecutivo de la minera, dijo que paralizaría temporalmente las operaciones que usan las represas y gastaría unos 5.000 millones de reales (US$1.300 millones) para desmantelarlas durante los próximos tres años. La decisión se conoce luego de que los fiscales comenzaron a arrestar a ejecutivos de Vale debido al colapso de una represa de relaves el viernes en el pueblo brasileño de Brumadinho, que fue golpeado por un torrente de desechos mineros que causaron la muerte de al menos 84 personas y dejaron cientos de desaparecidos.

La tragedia motivó nuevos cuestionamientos sobre el compromiso de la minera con la seguridad tras un incidente similar ocurrido hace tres años en un yacimiento del que era copropietaria, también en el estado de Minas Gerais. “Decidimos que la compañía debería, de una vez por todas, hacer lo que sea necesario para eliminar cualquier duda sobre la seguridad de las represas de Vale”, dijo Schvartsman.

En Brumadinho la represa colapsada era una de 19 relaves río arriba propiedad de Vale, todos en el estado de Minas Gerais y construidos con un método que fue prohibido en Perú y Chile por motivos de seguridad. La minera ya había iniciado el proceso para desmantelar nueve de ellas. Una presentación de la empresa a la que Reuters tuvo acceso mostró que la firma había estudiado, pero no implementó, varios pasos que podrían haber evitado o mitigado los daños provocados por el desastre en Brumadinho.

Fabio Schvartsman dijo que el directorio de Vale aprobó la decisión de desmantelar sus 10 represas río arriba restantes y suspendió las operaciones mineras donde fuese necesario, reubicando a unos 5.000 trabajadores en otras partes de la compañía.

La policía arrestó a tres empleados de Vale, incluidos dos gerentes de la mina Corrego do Feijao en Brumadinho, en el inicio de una investigación criminal sobre el desastre que se estima podría dejar más de 300 muertos. Vale declaró que está cooperando con las autoridades que investigan el caso, que el complejo minero fue construido siguiendo los códigos y que equipos mostraron dos semanas antes del desastre que la represa era estable.

También fueron arrestados en Sao Paulo dos ingenieros, que trabajaban para la alemana TUEV SUED bajo contrato para certificar la seguridad de la represa de Vale, informaron fiscales de ese estado y un portavoz de la firma alemana. Investigadores de Minas Gerais emitieron un total de cinco órdenes de aprensión y siete de allanamiento, por presunto asesinato, falsificación de documentos y delitos ambientales, según los documentos judiciales.

Al menos 84 muertos, ha dejado el colapso de la represa en la región montañosa, reportó el martes el departamento de bomberos local, pero hay 276 personas desaparecidas, por lo que la cifra de fallecidos seguramente seguirá subiendo. El lunes, un equipo de trabajo de la presidencia evaluó forzar la renuncia de la administración de Vale, pero el martes autoridades de alto rango rechazaron la idea.

El jefe de gabinete, Onyx Lorenzoni, dijo en una conferencia de prensa; “no están las condiciones para ningún grado de interferencia. No sería una buena señal para el mercado”.

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