La adjudicataria latinoamericana, participada por Enagás, puso en una fase preliminar otras tres empresas por delante, pero tras el desembarco en Chile de la propia Enagás, la situación cambió.

La compañía de ingeniería española está a punto de adjudicar un proyecto en Chile  por un importe de 170 millones de euros. La empresa es la “Apadrinada” por  ENAGAS quien es máximo accionista de la chilena GNL Quintero y tiene una participación de control, para la construcción de un tercer tanque de almacenamiento de gas en el país latinoamericano.

La firma de los Lladó ya cuenta con la preadjudicación del contrato (fase previa antes del inicio de la obra), tal y como han confirmado diversas fuentes a este diario. En el proceso de selección, Técnicas Reunidas se ha impuesto a grandes multinacionales norteamericanas y consorcios internacionales, pese a que en un primer momento eran otras empresas quienes partían con ventaja. Sin embargo, la participación de Enagás en este proceso ha sido clave.

Cuando GNL Quintero lanza el concurso internacional para designar a la empresa que realizará la obra (en el 2016), las norteamericanas Chicago Bridge & Iron (CB&I), Bechtel Corporation y el consorcio hispano-japonés Duro Felguera-IHI fueron la terna de empresas mejor posicionadas en un ‘ranking’ de 13 candidatas a optar al proyecto, por delante de Técnicas Reunidas, según confirman diversas fuentes a este periódico. Por aquel entonces, Enagás, empresa gasista española cuyo máximo accionista es el Estado español a través de la SEPI, aún no había entrado en GNL Quintero. La idea inicial de la compañía de regasificación participada también por el Estado de Chile al 20% era escuchar propuestas de las tres mejores colocadas, pero las negociaciones aún no estaban cerradas.

Con la llegada de Enagás a Chile cambiaron los planes. La compañía española, una vez desembarcó en el accionariado de la gasista latinoamericana, “sugirió” que se ampliara el cupo a cinco, señalan personas próximas a la operación. La firma chilena aceptó la propuesta del máximo accionista, que no lo era cuando arrancó el proceso de licitación. La operación, ahora sí, colocaba a Técnicas Reunidas y a la estadounidense KBR dentro de las cinco susceptibles a realizar la obra.

El cambio de criterio establecido en el seno de las negociaciones (de elegir entre tres a elegir entre cinco) se produce tras el desembarco de Enagás en GNL Quintero, donde ha ido aumentando su participación accionarial en la firma chilena hasta llegar a tener en los últimos meses un 60% de la misma.

Finalmente, y tras optar por una lista de cinco candidatos, la española Técnicas Reunidas salió vencedora frente a las otras cuatro. La ingeniería española realizó la oferta más barata desde el punto de vista económico, según confirman varias fuentes próximas a las negociaciones. Los adjudicatarios se limitan a justificar su elección como la mejor opción en el cómputo global: “Las propuestas recibidas fueron analizadas bajo nuestros exigentes estándares por especialistas de dilatada trayectoria profesional en función de criterios preestablecidos, que aseguran la objetividad y transparencia del proceso. Las propuestas comerciales y técnicas fueron recibidas y evaluadas de manera independiente”, subraya GNL Quintero.

Distintos actores implicados en el proceso ponen el foco en si Técnicas Reunidas será capaz de completar la obra al precio ofertado o acabará incurriendo en sobrecostes, dada la ajustada oferta económica. El Confidencial ha buscado recabar la opinión de Técnicas Reunidas, pero no ha obtenido respuesta.

Técnicas Reunidas ya ha trabajado en otro proyecto similar en Chile, en la planta de GNL Mejillones, y también en España con Enagás. La colaboración entre ambas compañías viene de lejos. La empresa de construcción energética ya diseñó y construyó terminales de regasificación en Cartagena, Huelva y Barcelona propiedad de Enagás.

Además, en la ejecutiva de ambas compañías existen lazos familiares en los que aparecen históricos de la política española. El consejero delegado de Técnicas Reunidas, Juan Lladó Arburúa, es primo carnal del consejero delegado de Enagás, Marcelino Oreja Arburúa, exeurodiputado.  El presidente de la empresa de construcción, Jose Lladó,  padre de Juan, está casado con Pilar Arburúa, hermana de la madre del CEO de Enagás, Silvia Arburúa, casada esta con Marcelino Oreja Aguirre, padre del CEO de Enagás y ministro de Asuntos Exteriores con Adolfo Suárez.

No obstante, el concreción de la obra aún no es 100% segura. GNL Quintero espera que a final de mes se pueda cerrar el proyecto. En estos momentos, se está ultimando la conveniencia de aumentar la capacidad de almacenamiento en base a las necesidades de gas que tenga el mercado eléctrico del país latinoamericano. La irrupción de las renovables, que está ganando peso en el ‘mix’ de generación eléctrica chileno, pone en cuestión la necesidad de ampliar la capacidad de almacenamiento de gas natural licuado en GNL Quintero.

 

 

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