Existe un pozo en Loma Campana que a lo largo de toda su vida dará 1,5 millones de barriles de petróleo. Es tres veces la producción diaria nacional. Las kilométricas ramas horizontales, y el creciente número de etapas de fracturas en los pozos de YPF en Loma Campana, aceleran la producción de petróleo pero también optimizan el rendimiento que dará cada perforación. La empresa controlada por el Estado nacional dio a conocer que tiene un pozo que a lo largo de toda su vida dará 1,5 millones de barriles de petróleo. Esto equivale a decir que de esa perforación obtendrá algo así como tres veces lo que todos los pozos del país producen hoy de forma diaria. Este megapozo también marcó la mayor extensión perforada por la empresa en el área donde es socia de Chevron.

Diego Celaá, jefe de Relaciones con Inversores y Sergio Georgi, vicepresidente de Estrategia y Desarrollo de Negocios, en una conferencia con analistas de Estados Unidos, señalaron esta semana que a partir de este resultado YPF evalúa que la perforación en cuestión sea el posible diseño de pozo en un área desde la que la empresa espera promover un salto del 150% en su producción de hidrocarburos hacia el 2023. Parte de la explicación para los resultados, como ya lo había marcado el vicepresidente Ejecutivo de Upstream de YPF, Pablo Bizzotto, pasa por el incremento en el número de etapas de fractura. El superpozo llegó a los 3200 metros de rama lateral con 40 etapas de fractura en Vaca Muerta.

Como parámetro: en 2016 la extensión máxima de una rama lateral era de 1500 metros en promedio. Hoy ese valor es del orden de los 2500 metros. A mayor longitud de rama lateral, mayor cantidad de fracturas y, por consiguiente, más producción de shale oil. De acuerdo con la información que la empresa dio a analistas en Estados Unidos a principios de la semana, hoy hace un promedio de 27 etapas de fractura en Loma Campana a un costo de 400.000 dólares. Esto implica que en cuatro años logró duplicar el promedio de fracturas por pozo y bajó por encima del 60% lo que le insumía cada una de ellas: en 2014 hacía 14 etapas de fractura por pozo y gastaba en cada una 1,2 millones de dólares.

YPF informo en esta conferencia que también perfora más rápido. Pasó de hacer ramas horizontales de 1100 metros en 53 días a un promedio de 2250 metros en 29 días, algo así como cuatro veces más velocidad en sus operaciones. A la hora de definir la estimación de producción acumulada por pozo en un período de 30 años (EUR, por sus siglas en inglés), YPF informó que en 2018 ese promedio dio un salto por pozo, al llegar a los 900.000 barriles de petróleo equivalente (BOE). Es en este contexto que anunció la proyección inédita de uno pozo de 1,5 millones de barriles para ese período. Respecto a su promedio estándar, casi duplicó los valores que proyectaba por pozo, en el orden de los 570 mil barriles.

Pablo Bizzotto explicó, días atrás, en un diálogo con periodistas en Buenos Aires, cómo buscan seguir mejorando la productividad por cada perforación no convencional que hacen en Loma Campana: “Evaluamos nuevas bases de diseño de los pozos, con la incorporación de equipos de altas prestaciones. Son más chicos, hacen la primera sección del pozo, la cañería guía y la intermedia, no el tramo horizontal. Entonces hacemos eso, y luego vienen los equipos grandes y hacen todo el tramo horizontal”, explicó.

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